jueves, 24 de mayo de 2012

RESUMEN REUNIÓN GRUPO DE CONEXIÓN SÁBADO 19 DE MAYO DE 2012

LA VARA Y EL CAYADO...disciplina, dirección y protección


La vara de nuestro pastor, la identificamos con su palabra y tiene las siguientes características:

1. Es la extensión de la mano del pastor. Con ella abre el camino para sus ovejas

2. La vara proteje a las ovejas de cualquier peligro. El pastor siempre se pondrá entre la oveja y el lobo y con la vara espantara cualquier amenaza

3. Con la vara las ovejas son disciplinadas

4. La vara sirve para medir y contar a las ovejas

5. La vara protege, Dios nos dio s palabra que es nuestra fuente de protección




El cayado de nuestro pastor es el Espíritu Santo...

1. Sirve para traer a las ovejas que se quieren ir del rebaño

2. Acerca a las ovejas a su madre

3. Acerca las ovejas al pastor

4. Hace que la ovejas sientan la cercanía de su pastor

5. Rescata a las ovejas de cualquier barranco en el que hayan caído

6. Da dirección y guia a las ovejas

jueves, 17 de mayo de 2012

RESUMEN REUNIÓN GRUPO DE CONEXION SÁBADO 12 DE MAYO DE 2012

SALMO 23. EL BUEN PASTOR SIEMPRE CUIDA DE SU REBAÑO


Vamos a desmenuzar el Salmo 23, analizando frase por frase, para que cada cual saque sus conclusiones y vea como Jesús es nuestro "buen Pastor" y que como en la parábola de la oveja perdida, veamos como el siempre esta dispuesto y atento para darnos su mano, para llevarnos por valles verdes, que aunque peligrosos, contienen el mejor alimento y en donde encontraremos nuestra provisión.

Parábola de la oveja perdida





   

«El Señor es mi Pastor»
. El primer verso ya nos dice que hay que leer todo el poema como una imagen para hablar de la relación entre el orante y Dios. El título de «pastor» para nombrar a los reyes y guías del pueblo es habitual en el Oriente antiguo, así como en Grecia y en otros pueblos. La Biblia lo utiliza varias veces para hablar de Dios, tanto en los libros históricos como en los proféticos, en los poéticos y en los sapienciales (Génesis 49, 24; Isaías 40, 11; Salmo 80, 2; Eclesiástico 18, 13; etc.). Dios mismo, en el capítulo 34 del profeta Ezequiel, se compara a sí mismo con un Pastor que quiere cuidar, proteger y alimentar a sus fieles. Como los jefes del Pueblo han sido malos pastores, porque han utilizado a las ovejas en su propio provecho, Dios se ocupará personalmente de cada una, cubriendo todas sus necesidades: «Vosotros os bebéis su leche, os vestís con su lana, matáis las ovejas gordas, pero no apacentáis el rebaño, ni robustecéis a las flacas, ni vendáis a las heridas, ni buscáis las perdidas... Yo mismo buscaré a mis ovejas y las apacentaré... Buscaré a la oveja perdida y traeré a la descarriada, vendaré a la herida, robusteceré a la flaca, cuidaré a la gorda. Las apacentaré como se debe». Son imágenes tiernas, que nos hablan de un amor personal de Dios por su rebaño, que no nos trata a todos por igual, sino que sale a nuestro encuentro, respondiendo a las necesidades y esperanzas concretas de cada uno.

En la antigüedad, los israelitas eran pastores seminómadas. Natán cuenta a David en el segundo libro de Samuel, capítulo 12, nos puede ayudar a comprender lo que estamos diciendo: «Había en una ciudad dos hombres, uno rico y otro pobre. El rico tenía muchas ovejas y vacas. El pobre no tenía más que una corderilla que había comprado. La había criado y había crecido con él y con sus hijos, comía de su bocado, bebía de su vaso, dormía en su regazo...». El salmo quiere evocar esa atmósfera de afecto, esa experiencia de confianza, de tranquilidad, porque se sabe que hay alguien que se interesa por ti, que se preocupa por tu vida.


«Nada me falta».
Tanto en Israel como en todo el Medio Oriente no abundan ni el agua ni los pastos. Pasar hambre y sed es una experiencia ordinaria cuando se atraviesan los amplios espacios desérticos. Quien ve los rebaños de los beduinos se extraña de lo extremadamente flacos que están los animales. En este contexto se comprende lo grande que es poder hablar de abundancia, afirmar que no se carece de nada. Ciertamente, como escribió Santa Teresa de Jesús, «Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta».


«En prados de hierba fresca me hace reposar».
Conseguir hierba en el desierto es ya suficiente para sobrevivir, pero si, además, la hierba es fresca, el hallazgo se convierte en una fiesta. Después de un camino árido y polvoriento, la sola vista de un prado invita al descanso. Las ovejas pueden reposar después de haber comido, en las horas en que el excesivo calor no permite desplazarse: «Dime dónde apacientas el rebaño, dónde lo llevas sestear al mediodía» (Cantar de los Cantares 1, 7).


«Me conduce junto a fuentes tranquilas».
El agua no sólo quita la sed, también limpia del polvo del camino y refresca. El mismo sonido de la fuente relaja y hace olvidar las fatigas. Pero las fuentes son los lugares más peligrosos para los rebaños. Tanto los lobos como los salteadores saben que allí terminan acudiendo a beber y se esconden esperando a sus presas. El salmo subraya que las fuentes a las que nos conduce nuestro pastor son «tranquilas», seguras. La Sagrada Escritura usa muchas veces el símbolo de la sed para hablar del deseo de Dios y del agua para hablar del don del Espíritu Santo. «Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío. Mi alma tiene sed de Dios...» (Salmo 42, 2-3). «Os rociaré con agua pura y os purificaré de todas vuestras impurezas. Os daré un corazón nuevo y os infundiré mi Espíritu...» (Ezequiel 36, 25ss).


«Y repara mis fuerzas».
Después del cansancio del camino, el alimento, la bebida y el descanso nos hacen tomar fuerzas para poder seguir caminando. Literalmente dice: «repara mi aliento», mi alma, entendido como mi vigor y mi vida también. En algunas ocasiones nos sentimos agotados y nos parece que ya no podemos más. Es el momento de escuchar las palabras del Salmo 27: «El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es mi fuerza y mi energía, ¿quién me hará temblar? Aunque los malvados se levanten contra mí... Él me recogerá en su tienda... Aunque mi padre y mi madre me abandonen, Él me acogerá».


«Me guía por el camino justo».
La experiencia de caminar acompaña a todo hombre. Nos desplazamos de un sitio a otro y toda nuestra vida es un camino. A veces equivocamos la senda, porque, como nos recuerda Antonio Machado: «Caminante, no hay camino, se hace camino al andar». El pastor adapta su paso a la necesidad de las ovejas, va en busca de un lugar bueno para ellas. Para los hombres, decir esto es confesar que el Señor nos guía por el camino justo, el único bueno, aunque no lo entendamos inmediatamente. Él nos lleva al mejor lugar, que nosotros solos no podríamos encontrar: las fuentes tranquilas, el agua que produce paz y calma la sed más profunda del que la bebe: «Te guiaré por el camino de la sabiduría, te conduciré por sendas justas» (Proverbios 4, 11). «Peregrino soy en esta tierra, no me ocultes tus mandatos... Enséñame, Señor, tu camino para que lo siga». (Salmo 119, 19. 33).


«Haciendo honor a su Nombre».
El pastor que cumple bien su trabajo, que cuida de su rebaño, lo alimenta, lo proteje y lo guía por los caminos acertados, hace honor a su nombre. «El asalariado, que no es verdadero pastor ni propietario de las ovejas, cuando ve venir al lobo, las abandona y huye; y el lobo hace presa de ellas. Se porta así porque trabaja únicamente por la paga y no le importan las ovejas. Yo soy el Buen Pastor que conozco a mis ovejas y cada una de ellas es importante para mí» (Juan 10, 12ss).


«Aunque pase por un valle tenebroso, ningún mal temeré»
. El pastor nos da tanta seguridad, que hasta podríamos atravesar con él el valle tenebroso. La oscuridad del valle da miedo por los peligros que puede esconder, porque no se ve el camino, por la semejanza entre las tinieblas y la muerte. Este salmo, para decir «tinieblas», utiliza una palabra rara, que no se usa casi nunca: «salmawet» y que podríamos traducir por «oscuro como la muerte». En hebreo, «mawet» significa «muerte». La muerte es evocada para el lector por la oscuridad del valle y por la palabra con la que se habla de esta oscuridad. De hecho, la Biblia griega traduce «aún si camino por el valle de la muerte, no temo, porque Tú me acompañas». Una imagen de gran fuerza para recordarnos nuestra condición de mortales en un contexto de gran dulzura (grandezas de la poesía).


«Porque Tú estás conmigo».
Hemos llegado al centro del salmo y a su momento más intenso. La verdadera razón de que yo me sienta seguro, de que no tenga miedo, de que me atreva a pasar el valle de la oscuridad y de la muerte es que «Tú estás conmigo». Los prados frescos, el agua abundante, la protección frente a los enemigos... todo es bueno, pero saber que Tú caminas a mi lado es lo más importante. «Si te tengo a Ti, ya no necesito nada de la tierra » (Salmo 73, 25). «Si el Señor está conmigo, no tengo miedo. ¿Qué podrá hacerme el hombre?» (Salmo 118, 6).


«Tu vara y tu cayado me dan seguridad»
. Palestina es una tierra cálida. Los viajes con el ganado se hacen temprano, antes de que caliente el sol, o al atardecer, cuando se oculta. Las ovejas no tienen miedo de extraviarse en la oscuridad, porque se siguen unas a otras y, a lo largo del camino, oyen el sonido de la vara del pastor que camina con ellas. El cayado, arma con la que defender a las ovejas de las alimañas, es al mismo tiempo el signo tierno de la presencia del pastor junto al rebaño, que toca con su punta los lomos de la que se desvía para reconducirla al redil y, con el ruido que hace al apoyarlo en el suelo, guía su caminar. Con el sonido del bastón de Dios en nuestras vidas, no tenemos miedo ni de la muerte. La imagen hace también referencia al bastón de mando, al cetro de Dios, con el que gobierna todas las cosas para el bien de su pueblo. El salmo siguiente, el 24, habla del Señor «Rey de la gloria», y comienza así: «Del Señor es la tierra y cuanto la llena, el mundo y todos sus habitantes». El mismo David era rey y pastor. La referencia al cayado de pastor y al bastón de mando es riquísima de evocaciones: Dios salvador, liberador, guía del pueblo, en relación con la salida de Egipto y la Monarquía.

La sensación de seguridad y de protección prosigue con la segunda imagen del salmo: la del señor que acoge un huésped en su casa.


«Me preparas un banquete frente a mis enemigos»
. La palabra usada en hebreo significa «desenrollar», con el sentido de extender unas pieles de cabra a la puerta de la tienda, para colocar sobre ellas la comida. Podemos reconstruir la escena: un hombre huye de sus enemigos por el desierto. Casi imposible salvarse. Improvisadamente, encuentra un beduino que lo acoge en su tienda. La ley de la hospitalidad era sagrada para los semitas. Cuando alguien es acogido, invitado a comer, se convierte en intocable. Los enemigos no se pueden acercar a él. «El Señor hace justicia al huérfano, a la viuda y ama al emigrante suministrándole pan y vestido. Amad vosotros también al emigrante, ya que emigrantes fuisteis...» (Deuteronomio 10, 18-19). Abrahán recibió la promesa definitiva cuando acogió en su casa a unos peregrinos que resultaron ser enviados de Dios (Génesis 18). «No olvidéis la hospitalidad, pues gracias a ella algunos hospedaron, sin saberlo, a ángeles» (Hebreos 13, 2). Lot prefiere entregar a sus dos hijas antes que a unos desconocidos acogidos en su casa (Génesis 19).


«Perfumas con ungüento mi cabeza»
. El ungir a un huésped era la mayor manifestación de veneración que se podía tener con él. El aceite enriquecido de esencias perfumadas da frescor, suaviza la piel. Es éste un gesto de extremo afecto y consideración para el que llega cansado por el calor del desierto y las penalidades de la huida. «¡Qué hermoso es que los hermanos vivan unidos! Es como ungüento perfumado derramado en la cabeza.» (Salmo 133 1-2). Una mujer de Betania tendrá este gesto con Jesús y él lo agradecerá a pesar de la incomprensión de los discípulos, llegando a afirmar que esa mujer sería recordada en todos los lugares donde se predique el Evangelio (Mateo 26, 6ss).


«Y mi copa rebosa»
. La copa que rebosa es, igualmente, signo de la generosidad con que el huésped es acogido. No recibe sólo lo necesario. Hay algo de superfluo, de añadido, de generosidad total, en los actos de Dios. Recordemos, por ejemplo, la narración de la creación. Dios no hace sólo lo necesario, sino que, además, entrega al hombre ríos con agua abundante, con oro fino, con piedras preciosas y perfumes (Génesis 2, 10ss). Lo mismo sucede cuando los israelitas salen de Egipto. Dios no sólo les da la libertad. Les enriquece también con los bienes y el oro de los egipcios (Éxodo 12, 36).


«Tu amor y tu bondad me acompañan».
Ésta es la imagen más extraña para los occidentales. Es como si el beduino que me ha acogido en su tienda y me ha defendido de mis enemigos, me pusiera ahora dos guardaespaldas que me acompañen de regreso a mi casa. Aquí, los dos acompañantes son una personificación del Amor y la Bondad de Dios, última referencia del salmo. Aunque a nosotros pueda resultarnos rara la personificación de cualidades divinas, en la Biblia es bastante común: «La Salvación está cerca de los que le honran y la Justicia habitará en nuestra tierra. El Amor y la Fidelidad se encuentran, la Justicia y la Paz se besan... La Justicia marchará delante de él y la Rectitud seguirá sus pasos» (Salmo 85, 10ss).


«Todos los días de mi vida»
. No hablamos de un acompañamiento pasajero, sino de la certeza de una protección continua, como si se respondiera a la petición con que concluye el salmo 28: «Salva a tu pueblo, bendice tu heredad, apaciéntanos y guíanos por siempre».

miércoles, 9 de mayo de 2012

RESUMEN REUNION GRUPO DE CONEXIÓN SÁBADO 28 DE ABRIL DE 2012

EL BUEN PASTOR Y EL CUIDADO POR SUS OVEJAS


SALMO 23

El Señor es mi pastor, nada me falta.

En prados de hierba fresca me hace reposar,

me conduce junto a fuentes tranquilas

y repara mis fuerzas.


Me guía por el camino justo,

haciendo honor a su Nombre.

Aunque pase por un valle tenebroso,

ningún mal temeré,

porque Tú estás conmigo.

Tu vara y tu cayado me dan seguridad.


Me preparas un banquete

en frente de mis enemigos,

perfumas con ungüento mi cabeza

y mi copa rebosa.

Tu amor y tu bondad me acompañan

todos los días de mi vida;

y habitaré en la casa del Señor

por años sin término.


En ocasiones nos molesta se nos compare con ovejas, por aquella imagen de su estupidez que se ha arraigado en nuestras cabezas, pero no vemos la imagen de la oveja como aquel ser que requiere a cada instante del cuidado de su Pastor.

Como hijos de Dios tenemos la responsabilidad de pastorear y estar cuidando a otros hermanos, de la misma manera en que Dios esta siempre al cuidado de nosotros. Y al igual que ellas, debemos avanzar en manadas.

El primer paradigma a romper es el de que Dios deja de amarme a causa de mi pecado. Dios nos ama a pesar de...

Mi pecado no cambia el amor de Dios, cambia mi percepción del amor de Dios, pero no el amor que él siente por mi.

En todo momento necesitamos del buen pastor, a veces lo vemos importante únicamente cuando estamos en dificultades, como las ovejas mal caídas. Se nos olvida muy facilmente de donde nos saco Dios, pero él nos planeo desde la creación de la tierra.

"La verdadera teología solo la conoce el que ha estado en el infierno y ha sido rescatado por Dios" (Javier)


¿Por qué somos vulnerables a caer y a perdernos del rebaño?


1. Por la autosuficiencia: sentimos que podemos hacerlo todo solos y que tenemos completo control, pero solo Dios nos mostrara que no es así.

1 Corintios 10:12: El que crea que este firme que tenga cuidado de no ir a caer. Tendemos a poner nuestra seguridad en las cosas del mundo.

Entre mas se nos da mas se nos exigirá. Tendemos a buscar las cosas fáciles. Casi nadie esta dispuesto a trabajar por lo que quiere alcanzar. Pero no olvidemos que al querer obtener las cosas a nuestra manera y con el mínimo esfuerzo, corremos el riesgo de quedar "patas arriba".

"El estar confiados nos es mas fácil cuando somos cristianos, pues nos creemos apartados, libres de culpa y cuando somos conocedores de nuestros pecados, podemos terminar cayendo en orgullo (el guijón de la carne)" (Camilo)

"Debemos aprender a ser autónomos en Cristo. Dios ha estado siempre sobre mi cuando he tenido dificultades. Lo tengo todo, pero solo a partir de Cristo" (Leonardo)



2. Porque tenemos mucha lana...posesiones, dinero, amistades, etc.

El peso de la lana muchas veces es mayor al amor por Dio y nos suele voltear.

"Dios permite los obstáculos para que me de cuenta de que no tengo el control, pues el obstáculo me permite verme del tamaño real que tengo" (Mauricio Perez)

"No siempre debemos pelear y atacar a las barreras, sino ver lo que me muestra Dios por medios de las mismas" (Javier)

Hebreos 12:1: Dios disciplina a sus hijos. Quitemos todo el peso que nos impide correr, sobretodo el pecado. Preguntemonos siempre ¿qué peso necesito quitar de mi vida?



3. La oveja se suele voltear también porque esta gorda, pues solo se alimenta, pero no entrega nada. Debemos ejercitar nuestra fe sin ninguna pena, sabiendo que solo el ejercicio nos pone listos para dar la mejor lana.







jueves, 3 de mayo de 2012

VIERNES 4 DE MAYO DE 2012...VIERNES DE AYUNO

Y QUE ES LA FE????



Antes de hablar de la Fe, veamos algunos pasajes que nos muestran personas en la biblia que obraron a través de ella: Mateo 8:1-13; Mateo 8:5-13; Mateo 9:18-31; Mateo 14:34-36; Mateo 15:21-28; Mateo 17:14-20.


Durante mucho tiempo pensé que yo definitivamente no podría llegar a ser un "hombre de fe", creía que ese título era solo para aquellos realmente formados, puros, santos, esos que pueden recitar la biblia de principio a fin, y llevan años en su caminar con Dios. Al igual que yo, he visto y conocido a muchos otros que ignoran el poder que en nosotros reside, no por nosotros, sino por la obra de Jesús en la cruz y la posterior venida del Espíritu Santo, que hoy habita en cada uno de nosotros, eso son buenas noticias; las malas son que nosotros simplemente no lo creemos, y muchas veces lo ignoramos, por eso la afirmación de Jesús al decir que si nuestra Fe fuera como un grano de mostazas las montañas obedecerían nuestro mandato, yo personalmente creo que lo dijo literalmente.



No hay mejor definición para la Fe que la que nos da la palabra, que parafraseándolo es declarar lo que no es como si fuera, es a pesar de las circunstancias creer que Dios está en control, tener la capacidad de creerle más a Dios que a un dictamen médico, creerle más a Dios que al mundo, creer que ÉL está obrando y que cada uno de nosotros es un instrumento en sus manos para obrar en la tierra, sin importar lo cochino que ese instrumento se sienta... Dios usa guantes!


El punto es, si Jesús dijo que incluso mayores cosas haríamos es porque así es, por eso la invitación es a ejercitar el músculo de la fe, orando por enfermos, declarando bendición, compartiendo el verdadero evangelio sin religiosidad viciada, y llevando una vida santa, una vida a cuentas con el Señor. Por eso los invito a ayunar e interceder como grupo, alrededor de las siguientes peticiones: 


PETICIONES DE INTERCESION



1. Mañana internan a Fidel para su última Quimio, nos unimos como grupo para rodearlo de fortaleza en este tratamiento y que sea DIOS quien prepare el camino para el trasplante de médula que está pendiente. Oramos por una restauración total en su salud.

2. A la mamá de Beto, la sra Mary Holguin, le fue diagnosticado un tumor en la cabeza. El llamado es a interceder en oración anulando ese diagnóstico y declarando que la situación esta en manos de DIOS, y no hay diagnóstico en contra de eso. Igualmente levantamos los brazos de Beto para que la paz del Señor lo envuelva en medio de esta situación.


3. Les pido que me apoyen, ya que en mi Familia se vienen presentando diferentes quebrantos de salud, mi abuelo, Julio Moreno, tuvo el martes 1 de mayo un derrame cerebral y en este momento perdió totalmente la memoria, es un hombre de 89 años y mi oración ha sido por su salvación y porque no vaya a quedar postrado, yo se que el SEÑOR lo ama igual que a cada uno de nosotros y nada es error; por otro lado mi abuela, Ana Rosa, está luchando contra un cáncer que hizo metástasis y pues prácticamente los médicos dicen que no hay nada que hacer. En serio mi oración es por su salvación y porque no sufran ni queden postrados. Por último mi suegra ha estado enferma, con la tensión por las nubes y dolores de cabeza que no paran, además le encontraron una masa en el útero, le estoy pidiendo al SEÑOR por su sanidad y restauración, sé que Él tiene un plan para atraerla y envolverla con su amor.


4. Pídanle a DIOS que ponga en su corazón a un compañero del grupo, quizás que no haya vuelto últimamente y va a orar por él, declare bendiciones con fe sobre su vida.


5. Por último somos guardianes de esta ciudad, intercesores no lo olviden, respaldemos el grupo la iglesia y la expansión del Reino de los Cielos en Bogotá y Colombia.



¡ Bendiciones guerreros de DIOS!