Nuestra alabanza esta semana...
http://www.youtube.com/watch?v=4yCG-Ls-XjI
martes, 28 de febrero de 2012
TODO SALDRA A LA LUZ
Resumen Grupo de conexión del 25 de febrero de 2012
Marcos 4:21-25. Nuevamente Jesús recuerda a los apóstoles el mensaje de la lámpara y la luz escondida. No hay nada que no este destinado a descubrirse. “No hay nada escondido que no esté destinado a descubrirse; tampoco hay nada oculto que no este destinado a ser revelado” (22)
Mateo 5:14-16, como si fuesen pocas dos veces, por una tercera vez, Jesús nos recuerda lo que somos: “luz del mundo”. “Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse”(14), “Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo.”(16).
¡Ojo pues porque la única manera de que otros lleguen al Padre es con nuestro ejemplo, limpiando nuestra vida y soltando ataduras pecaminosas…esta es la manera de encontrar de nuevo nuestra luz!
¿Por qué callamos nuestros secretos pecaminosos?
· Por temor al que dirán, a que se nos aislé, a que se nos señale y juzgue
· Por vergüenza, pues nadie se siente cómodo al ser visto de manera diferente, como marcados entre los demás
· Por Autosuficiencia, pues aun nos creemos “los chachos”, pensamos que podemos solucionarlo todo y que no necesitamos de Dios para revelar, limpiar y restaurar
Pero y entonces, ¿Por qué Jesús quiere sacar todo a la luz?
· “Porque así se refleja en nosotros ante los demás, quienes no lo conocen” (Iván)
· “Porque él quiere que la olla podrida de nuestro interior explote y se pueda limpiar” (Rafael)
· “Porque es la única manera en la que él puede trabajar en nosotros” (Simón)
· Porque es la única manera en que iniciamos el proceso efectivo de arrepentirnos y cambiar el rumbo
Pero “a pesar de que sabemos que estamos actuando mal, lo seguimos haciendo, hasta que llega ese día en el que él lo saca a la luz y nos avergüenza. Para Dios no es suficiente con que lo contemos en el lugar secreto, es necesario rendirle cuentas a alguien” (Javier).
El sacar nuestros secretos a la luz y hacerlos públicos ante alguien mas, no es tarea fácil, pues durante años hemos construido fortalezas (vergüenza), por esto un amigo, un partner cristiano puede entendernos y puede servirnos como ese polo a tierra que necesitamos.
Eclesiastés 12:13-14. “El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos, porque estos es todo para el hombre. Pues Dios juzgará toda obra, buena o mala, aun la realizada en secreto”. Bastante claro o no señores?
Juan 3:20-21. “Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios”. ¿En donde queremos estar entonces, cerca o lejos de la luz? Es en la luz en donde el poder del Señor nos es compartido
“Dios habla a través de la conciencia” (Camilo)
Por eso nunca, pero nunca se me puede olvidar de donde me saco Dios, pues hoy soy Santo, pero estuve metido en la peor porquería que el mundo pudo tener y mucho cuidado con quienes se tienden a creer la luz misma y se toman el derecho de juzgar a los demás!!!
Salmos 17:15. “Pero yo en justicia contemplaré tu rostro; me bastará con verte cuando despierte”. Pues siempre voy a tener el pecado a cuestas, pero es entonces cuando debo ponerlo todo a la luz sin llegar a ser un hipócrita. Llegar a la luz es un proceso. ¿A quien le gustan los procesos largos?...a nadie, pero lo importante y gratificante es practicarlo a diario.
“ El ser cristiano nunca me va a hacer mas o mejor que nadie, por el contrario puede ayudarme a ver que soy menos que muchos” (Javier)
Y una pequeña conclusión: No hay nada que merezcamos, a excepción de la muerte y yo no puedo lograr nada solo, pues nadie logra conseguir nada si no involucra a Dios en su vida.
No olvidemos que Dios hace todo, absolutamente todo por quien llega por primera vez a sus pies, pero es mi decisión si me quedo allí o regreso a donde estaba.
Bendiciones a todos
viernes, 24 de febrero de 2012
LA CARETA DE LA SANTIDAD. ¿No es esta la hora de sacar a la luz mi pecado oculto?
Después de que Dios terminó de explicarle a Moisés cómo debían ofrecerse las ofrendas (6:8 al 7:38), y después que Aarón y sus hijos fueran consagrados a Dios como sacerdotes y ofrecieran sus primeros sacrificios delante de Él (capítulo 9) sucedió algo inesperado. Algo que no debería haber sucedido nunca.
¿Qué hicieron Nadab y Abiú delante de Dios? (10:1).
Nadab y Abiú eran sacerdotes de Dios ¡pero solo en apariencia!
Ellos tenían todo el aspecto exterior de sacerdotes. Cualquiera que los miraba podía identificarlos fácilmente:
- Pertenecían a la familia de los sacerdotes.
- Habían sido escogidos y ungidos como sacerdotes
- Vestían las túnicas blancas sacerdotales, símbolo de pureza y santidad.
- Habían puesto sus manos sobre la cabeza del animal del sacrificio identificándose con él.
- Ofrecieron ofrendas delante de Dios en el Tabernáculo.
¡Eran privilegiados entre todo el pueblo al poder servir a Dios! Podían hacer lo que millares del pueblo jamás llegarían a hacer. Ocupaban un lugar de honor y privilegio ¿quién podía dudar de ellos?
Pero el corazón de Nadab y Abiú no era santo. Ellos tenían toda la apariencia de la santidad pero no lo eran en absoluto.
Dentro del Tabernáculo de Dios ofrecieron un fuego extraño. Le ofrecieron a Dios un tipo de ofrenda que Él nunca les había mandado ofrecer. Probablemente, ambos estaban pasados de alcohol y quisieron “jugar a ser sacerdotes”. ¡Pobres tipos! No tuvieron en cuenta que Dios no juega con las cosas santas.
El final ya lo conoces.
Y ahora que te tomaste un momento para pensar en Nadab y Abiú, ¿que hay de ti?, quisieras compratirlo con nosotros?...
¿Cómo estás viviendo?
¿Con apariencia de cristiano dentro de la iglesia "infiltrado" o como un hombre auténticamente comprometido con Jesús aún fuera de las “blancas paredes“ y de nuestro grupo de conexión?
¿Estás ofreciendo delante de Dios las ofrendas que Él desea recibir de ti: gratitud, confesión sincera de pecados, alabanza y adoración, sujeción a tus autoridades, oración, fe en su Palabra, amor por los demas?
¿O tu ofrenda es un “fuego extraño” de desobediencia, de quejas y enojos, de pecados ocultos, de mezclar lo santo con el mundo, de apariencias?
¿Valoras el privilegio que tienes de ser un hijo de Dios y un sacerdote delante de Él y ante tu familia y amigos?
¿Valoras el privilegio de poder servirlo?
¿Lo sirves con un corazón limpio y agradecido?
¿Renunciarías a tus “apariencias” para comprometerte totalmente con el?
¿Cual es ese pecado que ocultas y con el que sufres a diario, que te consume interiormente y te aleja de la gracia de Dios?. Somos hermanos guerreros y queremos orar para que logres la victoria...te animas?
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