PARÁBOLA DEL TESORO ESCONDIDO
Mateo 13:44-46 "El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo. También se parece el reino de los cielos a un comerciante que andaba buscando perlas finas. Cuando encontró una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró".
En ambos casos (tesoro y perla) se habla de una persona que está buscando una oportunidad para invertir su dinero, a partir de algo que encontró y que representa gran valor para él.
Cuando algo es realmente valioso, ¿estamos dispuestos a darlo todo por eso?, ¿estamos dispuestos a pagar el precio que tenga?... si usted no está dispuesto a darlo todo por ese sueño, usted todavía no tiene un sueño.
" Hay pequeñas cosas que aun no estoy dispuesto a dejar por el Reino de Dios" (Camilo)
Una visión, un sueño, el Reino de Dios no demanda mucho, lo demanda todo, por estos debemos preguntarnos constantemente ¿Cuál es la visión de nuestras vidas? ¿Estamos dispuestos a sacrificar cosas por nuestros sueños?
"No valoramos el verdadero valor del Reino de Dios", " El hecho de estar conociendo a Dios, es mas valioso que cualquier otro tesoro" (Javier)
Por esto, preguntemonos ¿estamos dando el valor al tesoro,a la perla de gran valor, que es el Reino de Dios?, si aun no lo estamos valorando en su justa medida, aun estamos a tiempo para empezar a hacerlo, para "vender" nuestras posesiones, "morir" a nuestros deseos personales y alcanzarlo.
"A todos nos falta comprender el tamaño de la Eternidad, entender que el tiempo que vivimos en la tierra es un pequeñisimo grano de arena en medio de la playa de la eternidad del Reino" (Carlos)
CUMPLIENDO LOS SUEÑOS
Siempre que pensamos en personas que han tenido grandes logros (éxitos), siempre vemos un común denominador:
Mientras sus amigos estaban jugando o perdiendo el tiempo, ellos estaban en sus casas ensayando, perfeccionando su técnica, diseñando, ingeniando, arreglando cosas, leyendo, estudiando, escribiendo, pensando; mientras los demás perdían tiempo viendo televisión, ellos estaban produciendo su propio programa de televisión, estaban soñando, estaban planeando su vida; mientras los demás gastaban dinero ellos estaban produciéndolo, ahorrándolo, invirtiéndolo.
¿Estamos nosotros haciendo todas estas cosas o somos de los que estamos jugando, perdiendo el tiempo, viendo televisión o gastando el dinero?
No se trata sólo de soñar sino de aterrizar nuestros sueños, de trabajar, de tomar riesgos, de fracasar y de aprender de nuestros errores, de experimentar en carne propia, de aplicar lo que otros han hecho y ver si funciona o no.
Hemos visto a muchos predicando o escribiendo libros acerca de cómo lograr el éxito pero no son personas exitosas, por ello debemos tener cuidado con aquellos a quienes consultamos claves del éxito y compartimos nuestros sueños. Por estos debemos siempre consultar y compartir nuestros sueños con Dios.
Debemos preferir aprender, ingeniar, aplicar y luego enseñar. Esperar algún día tener autoridad para hablar acerca de nuestro camino largo y lleno de curvas hacia el éxito, de lo difícil que fue oír y obedecer la voz de Dios, del precio que tuvimos que pagar, de lo duro que es perseverar, de lo difícil que es vencer la oposición, siendo nosotros mismos el primer opositor (nuestras luchas mentales,las voces en nuestra mente, el rechazo, nuestros complejos, nuestro orgullo).
* El punto de partida hacia el éxito es saber cuáles mi sueño, cuál es la voluntad de Dios para mi vida. Cuando ya sabemos esto debemos estar dispuestos a darlo todo por ese sueño. Si nosotros no estamos dispuestos a darlo todo por ese sueño, es porque todavía no tenemos un sueño.
El problema con muchos es que no tienen claro lo que quieren. No saben cuál es la voluntad de Dios para sus vidas. O si lo tienen claro, ante el primer obstáculo se rinden. Las personas exitosas luchan por lo que quieren, se arriesgan y no dan marcha atrás sino hasta lograrlo (Perseverancia).
* Si no estamos dispuestos a arriesgarlo todo por esa mujer, es porque todavía no hemos encontrado a la mujer de nuestra vida.
Entendamos que el matrimonio no es solo romance, compañía (mejor dos que uno), flores y música. El matrimonio es morir a muchas cosas y a muchos deseos personales, por eso...
- ¿Dejariamos nuestros padres, una mamá que consiente por una esposa que exige?
- ¿Moririamos a nuestros sueños por nuestros sueños (hablando de la pareja)?.
- ¿Moririamos a nuestra manera de hacer las cosas por la manera de hacerlas por mi esposa?.
- ¿Moririamos a hacer todo para nosotros mismos para hacerlo todo para mi esposa?.
* Si no estamos dispuestos a morir a todo por Jesús y llevar la cruz de su reino, es porque todavía no somos parte del reino de los cielos; tal vez simplemente seamos unos simpatizantes, tal vez todavía estemos en la búsqueda. Lo peligroso y el riesgo que corremos es que se nos puede ir la vida en esa búsqueda.
Volviendo a la parábola, con ella el Señor nos está mostrando que el reino de Dios no es un juego de niños, no es algo pasajero o liviano, que cumplir la voluntad de Dios no es fácil, que los cristianos no somos unos “perdedores”. ¡No! Nosotros estamos en una guerra en contra del reino de las tinieblas y es necesario enlistar en el ejército del cielo a lo mejor de lo mejor.
Mateo 11:12 " Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos ha venido avanzando contra viento y marea, y los que se esfuerzan logran aferrarse a él".
Si realmente queremos cumplir la voluntad de Dios debemos saber lo que cuesta servir a Dios, cuánto cuesta cumplir el propósito de Dios.
Lucas 14:26-33 "Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo. "Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla?. Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él, y dirán: "Este hombre ya no pudo terminarlo que comenzó a construir." O supongamos que un rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿Acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil hombres puede enfrentarse al que viene contra él con veinte mil?. Si no puede, enviará una delegación mientras el otro está todavía lejos, para pedir condiciones de paz. De la misma manera,cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo".
Todo esto no quiere decir que al morir a nuestras posesiones, vamos a perder a nuestros papás, nuestra esposa, nuestros hijos, nuestro trabajo, nuestras propiedades, todo lo contrario; cuando estamos dispuestos a morir a todo por la causa de Jesús, él nos lo devuelve todo multiplicado.
Marcos 10:29-31 "—Les aseguro —respondió Jesús— que todo el que por mi causa y la del evangelio haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o terrenos, recibirá cien veces más ahora en este tiempo (casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos,aunque con persecuciones); y en la edad venidera, la vida eterna. Pero muchos de los primeros serán últimos, y los últimos, primeros".
Cuando una persona muere a sus amigos, a correr detrás de una pelota, a perder tiempo en los jueguitos que producen vicio, por su sueño, llega el día cuando sus amigos al verlo sienten envidia, y dicen: “él eligió el mejor camino, mientras nosotros nos divertíamos, él estudiaba; mientras nosotros vagábamos, él trabajaba, pero ahora nosotros lloramos y él celebra.”
¿De que lado decides estar, inspirando a los demás o llorando ante el éxito de tu vecino?